viernes, 18 de abril de 2014

Descansa en paz, compañero

Gabriel García Márquez ha muerto recientemente, un 17 de abril de 2014 a los 87 años de edad en México Distrito Federal, capital del estado mexicano. Tras su muerte perdemos el envoltorio de Gabriel García Márquez, pero no su legado literario que sigue con nosotros/a "ad eternum".


Gabriel García Márquez llegaba al mundo - como él mismo relataba en sus propias memorias -  "el domingo 6 de marzo de 1927 a las nueve de la mañana." De familia conservadora y educado entre jesuitas, resultó ser "la oveja roja" de la familia, nunca mejor dicho, debido a su cercanía con el movimiento comunista.

El modesto García Márquez más tarde saltó al olimpo del famoseo literario tras escribir -la que personalmente considero su mejor obra- "Cien años de soledad", a la que precisamente fui obligado a leer en la escuela y de la que no me arrepiento para nada de haber cumplido con la obligación de leerla. Cabe destacar que esa proeza de las letras alcanzó los 30 millones de copias vendidas y fue traducida a un total de 35 idiomas. El mundo necesita de traductores/as, pues gracias a estos las doctrinas políticas revolucionarias y las grandes obras literarias pueden llegar hasta el que habla la lengua más inusitada. Y el mundo necesita de gente como Gabriel García Márquez, que podía ser la pasión de las noches de cualquier lector/a -no sexualmente hablando- pero si dando placer de otra forma, leyendo lo que él plasmaba en el papel.

Muy discutida ha sido su amistad con Fidel Castro y su amor por la gloriosa revolución cubana. Por ello ha sido criticado por los escritores que correspondían a los intereses de la burguesía, pero los/as mejores/as hombres y mujeres de las letras y las artes son revolucionarios/as. Él nunca admitió ser parte de la doctrina comunista, pero sí afirmó lo siguiente <<quiero que el mundo sea socialista y creo que tarde o temprano lo será>>. Otro intelectual más que abraza el socialismo pese a -repito- las duras críticas a las que fue sometido.

Audaz crítico del imperialismo estadounidense, fue etiquetado como subversivo y castrista por los EE.UU, llegando estos a negarle muchas veces un mero visado. No obstante, después de que el antiguo presidente de los EE.UU Clinton fuera elegido presidente, este le retiró la prohibición de viajar al país alegando que su obra "Cien años de soledad" era perfecta.

Se nos va pues un gran hombre. Que la tierra te sea leve, Gabriel.

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